Bueno, en realidad todo empezó el día 5, cuando una compañera de clase, también española, y yo, quedamos con una mentora que nos fue asignada para ayudarnos en todos estos quebraderos de cabeza varios. Ese día nos dirigimos con ilusión a la facultad para registrarnos, en medio de diversos grupos de estudiantes de varios países del mundo. Después de un tiempo protocolario de unas dos o tres horas, al fin conseguimos registrarnos. Ese mismo día también me saqué el carnet de estudiante en la "Questura" y el respectivo abono de transporte para estudiantes (unos 14 euros que dan derecho a usar TODO el transporte público de la ciudad, que viendo lo bien comunicado que está todo es un precio baratísimo).
A lo que iba, empecé las clases el día 12, hace exactamente 18 días. Con bastante curiosidad y sin tener la más remota idea de cómo iban a ser las clases, me presenté en la primera clase con mi compañera. Nuestra primera impresión fue común y bastante clara: ¡Qué nivelazo tienen estos húngaros! Sin meternos en el terreno de que las clases son en español y que lo hablan de puta madre, es digno de mencionar el gran nivel que poseen algunos alumnos sobre literatura española. En este aspecto apenas he notado diferencia con Granada, y si hay alguna, diría que ya les gustaría a algún que otro profesor de la Facultad de Filosofía y Letras de Granada, doctores en literatura española, dar las clases como las dan por estos lares. Es flipante, y es una de las grandes razones por las que hay algunas clases que me gustan tanto, por muy pesadas que se puedan hacer, ya que de la hora y media tomando apuntes como un cosaco no te libras ni en Granada ni en Budapest. Otra de las razones es la costumbre que tenemos en algunas clases de comentar en todas o en casi todas las clases algún texto para aplicar lo que hemos aprendido al respecto. Es algo que voy a echar en falta en Granada, ya que de cada cinco clases, a lo mejor en la sexta hay suerte y podemos tener algo de práctica y comentario de texto. Por aquí parece que le dan bastante importancia a saber comentar bien cualquier texto que te pongan por delante. Es curioso que hay veces en los que el/la profesor/a pregunta algo sobre algún verso, estrofa, párrafo, etc. de un texto determinado y todos los españoles de la clase nos quedamos callados sin saber qué responder, y en ese mismo momento el húngaro de turno levanta la mano y cuando termina de comentar te quedas boquiabierto. Me enorgullece mucho que la literatura española (aunque hay más asignaturas de literatura hispanoamericana que de española en sí) interese tanto por aquí y los alumnos hablen tan bien el español, para mí era algo impensable antes de venir.
En cuanto a la evaluación, es muy similar a Granada pero con alguna pequeña diferencia. Por ejemplo, hay algunas clases, no todas, con un número de alumnos más reducido, donde no llegamos a diez personas, denominadas "clases seminario", en las que no se nos está permitido faltar más de tres días a clase, mientras que en Granada esto no ocurría en ninguna asignatura, habiendo algunas a las que no iba a la mitad de las clases, y en las que eso de dejar apuntes está a la orden del día. Otra diferencia es que en la mayoría de clases tenemos una presentación obligatoria de un trabajo con presentación oral, supongo que para que la peña trabaje el idioma en todos sus aspectos, y no solo en entender al profesor y escribir, mientras que en Granada eran muy pocas las asignaturas en las que nos mandaban estas presentaciones. Por lo demás, todo igual, apuntes y examen final.
Por cierto, en una de las primeras entradas colgué una foto con el acuerdo académico, la lista de las asignaturas que iba a cursar aquí para luego convalidar las equivalentes en Granada. Pues bien, para todo aquel que le pueda interesar algo más este tema, decirle que olvide completamente el acuerdo anterior, como también debe olvidar aquello que dije de ir a una residencia, ya que finalmente estoy en un piso con dos chicos portugueses, en el que llevo casi un mes. Ya hablaré del pisito en alguna de las próximas entradas. El motivo por el cual debéis olvidar mi anterior convenio es que en la primera semana de clase fui a todas o casi todas de las clases y empecé a ver que había clases que me podría interesar más convalidar, sobre todo cuando la coordinadora del departamento de español te dice que te va a baremar todas la asignaturas con valor de 6 créditos, lo que significa que voy a poder convalidar una asignatura de Granada haciendo también una en Budapest, y no dos, como tendría que hacer si me las siguieran contando como 3 créditos. Así pues, no voy a tener que hacer catorce asignaturas para convalidar siete, con la mitad me vale, que en realidad es lo más normal. Esto quiere decir que lo que en un principio iba a ser un agobio se ha convertido en posibilidad de disfrutar un poco más mis clases aquí, ya que voy a tener mucho más tiempo libre del que pensaba antes de empezar. Como aun no tengo el acuerdo definitivo, ya que hay una asignatura que estoy dudando si cogérmela o no, todavía no puedo publicarlo en el blog. En cuanto lo tenga lo meto disimuladamente en alguna entrada. Adelantar que todas mis asignaturas, menos una de lengua, morfosintaxis del español, son de literatura, y es que la mayoría de asignaturas de lengua que se dan aquí son para perfeccionar la lengua española, y en el resto solo encontramos fonética (que ya la tengo aprobada en España), una de léxico (que también) y morfosintaxis (que voy a convalidar por sintaxis de 4º), una que a primera vista puede parecer fácil para los españoles pero que está bastante entretenida, y se dan más cosas de las que te puedes llegar a imaginar antes de entrar a clase.
Pero, sin duda, lo más reseñable de esto es que, según mi horario y plan de estudios aquí, voy a poder hacer todos los créditos que tenía pensando convalidar (o incluso más) ¡en un CUATRIMESTRE! Lo que significa que, lo que en principio iba a ser todo un año de estudios aquí, se ha reducido a la mitad. Ahora nos metemos en un tema complicado e incluso polémico, porque mucha gente me podrá decir: coño, quédate un cuatrimestre allí tocándotelos con las dos manos y a costa del Estado. Sí, ya, es muy fácil soltarlo así porque sí, pero cuando ya no hay nada que te aferre a seguir en la ciudad que no sea ocio y diversión, cuando tienes unos padres a los que les debes tanto y que tanta pasta te están poniendo hasta que te ingresen la beca (esperemos que para diciembre ya la tenga), cuando tienes una persona a la que quieres tanto esperándote en España, cuando tienes la posibilidad de hacer el segundo cuatrimestre en Granada y hacer en un año la ostia de créditos, lo que supondría acabar la carrera ¡EN CUATRO AÑOS!..., la verdad es que acabas pensando que cuatro meses en Budapest son más que suficientes. No me hace falta más tiempo para vivir la experiencia Erasmus, no os imagináis la de cosas que puedes llegar a vivir y a aprender en solo un mes que llevo aquí. Además, hay muchísima gente que solo está aquí un cuatrimestre y tan satisfechos que vuelven, yo seré uno de ellos. El primer mes ha sido bastante intenso y los tres restantes seguro que no lo son menos. A disfrutar y a exprimir al máximo se ha dicho.
Como creo que ya le he dedicado bastante tiempo a soltar el rollo de las asignaturas y tal, es hora de hablar del organismo que me está acogiendo amablemente en sus aulas: ELTE (Eötvös Loránd Tudományegyetem. Debe su nombre a Eötvös Loránd, físico de fama mundial). La Universidad cuenta con ocho facultades: Ciencias, Ciencias de la Informática, Derecho y Ciencias Políticas, Humanidades, Ciencias Sociales, Educación y Psicología, Primaria y Educación Infantil Formación del Profesorado y la Facultad Bárczi Gusztáv de Educación Especial. A diferencia de España, la Universidad aquí no debe su nombre a la ciudad, y no se llama "Budapest Tudományegyetem (Universidad)", sino que la ciudad comprende varias Universidades, como ELTE, pero también encontramos Corvinus, BME, BBS, entre otras, y entre las cuales no tengo claro qué facultades pertenecen a cada una ni tampoco me interesa demasiado, a decir verdad.
Mi facultad, obviamente, es la facultad de Humanidades, y más en concreto mi "hogar académico" es el departamento de español: BTK Spanyol Nyelvi és Irodalmi Tanszék (ahí lo llevas). Localizada, digamos que bastante cerca de casa (una parada en metro), me parece una facultad bastante acogedora, aunque quizás eche de menos a los perroflautillas que desayunaban en Granada con el perro al lado y la camiseta de Boikot.
Su fundación data de 1635, en la localidad rural de Nagyszombat por el cardenal Péter Pázmány, como una universidad católica para enseñar teología y filosofía. En 1770-1780, la Universidad fue trasladada a Buda y Pest más tarde (aun no se habían unificado formando Budapest), y con el apoyo de María Teresa, emperatriz de Austria y reina de Hungría, se convirtió en la Real Universidad de Hungría. El nombre de Eötvös Loránd fue acuñado en 1950, cuando la universidad se reorganizó y adoptó el nombre de uno de sus más aclamados profesores.
Según la web, el número de alumnos, incluídos los estudiantes de doctorado, es de alrededor de 10000, siendo el total de la Universidad de unos 32000. Algunos pensaréis que es una pasada, pero la verdad es que, si estamos unas 100 o 200 personas estudiando lengua y literatura españolas en HUNGRÍA (contando todos los cursos y el master), imaginaos los que estarán en carreras más demandadas como historia, geografía, filología inglesa, húngara, etc.
Dejo, como no, algunas fotos, que ya hacían falta después de tanta parrafada sin anestesia:
Vista desde el exterior:
Desde fuera no puedes imaginar que dentro se encuentren alrededor de unos diez edificios, pertenecientes a los distintos departamentos, además de cafeterías e incluso plazas ajardinadas con bancos para charlar y despejarte un poco.
Dejo fotos de algunos edificios del interior, como esta especie de iglesia donde tiene pinta que "estudian pa' curas" o algo así. Dentro encontramos una amplísima sala de conferencias:
Otro de los edificios interiores:
Como hemos dicho, el recinto tiene varias cafeterías, ya seas las típicas que encontramos dentro de algunos de los edificios, para desayunar, tomar un café, menú para almorzar, etc., o la que me ha llamado especialmente la atención: una cafetería exterior donde podemos, desde tomar un simple café, hasta pedirnos un kebab, un trozaco de pizza o incluso una hamburguesa o un perrito caliente. Dejo algunas fotillos también:
Tres compis de clase junto al chorro de mesas (Ladislao, Irene y Mireia, adivinad quién es de Hungría). De fondo se puede apreciar que en ese momento estaban tocando algo de música en directo, imagino que cualquier grupo alternativo de turno:
Al rico kebab (o gyros pita, como dicen por aquí):
Si esto no fuera poco, nada más salir de la facultad, tenemos a la derecha el Burguer King y en frente el Mcdonalds:
El interior de algunos edificios no es que sean una gozada en lo que a decoración se refiere, ya que, por ejemplo, mi edificio está terminando las obras de remodelación, por lo que lo que predomina en las paredes es el blanco inmaculado acompañado de algunas cajas de cartón y mesas en mitad del pasillo sin venir a cuento. Pero, investigando un poco, encontramos cositas que me transmiten un poco más de encanto.
Aquí vemos, por ejemplo, el techo de uno de los edificios principales, donde creo que se encuentran las carreras de Historia y Geografía, entre otras:
Una de las bibliotecas:
Un estudiante de filosofía o algo así, una cosa muy rara, creo que para profesor de lengua o no sé qué:
Por muchas cafeterías que haya en la facultad, la verdad es que mis compis y yo preferimos una que hay justo en frente. Café excelente y con un decorado algo pintoresco que nos encanta.
Un spider cerdo por ahí colgado:
Adornos varios:
Un super mario:
He dicho antes que espero que el tiempo que me quede en Budapest sea lo más intenso posible. Para empezar, mañana tengo mi primer viajecito: Bratislava. Aprovechando que tenemos la ciudad a apenas 200 km, vamos, lo que hay de Córdoba a Granada, nos hemos juntado un grupito y por 16 euros nos vamos todo el día allí, desde primera hora de la mañana hasta la noche. Bratislava no es que sea demasiado grande y dedicándole todo un día a la visita da más que de sobra. Por supuesto entrada en el blog obligada, la que será mi primera entrada no dedicada a Budapest. La primera de muchas, espero, ya que hay otras visitas más que obligadas alrededor, como son Praga, Viena, Zagreb..., entre muchas otras, y donde en algunas no vale con un solo día, por lo que habrá que irse de finde.
Jó utazás! (¡Buen viaje!)