El reportaje de un estudiante erasmus en Budapest

viernes, 18 de noviembre de 2011

Recorriendo Europa III: Praga (1º parte)

Después de levantarnos casi de noche al día siguiente, no porque nos despertáramos a horas intempestivas, sino porque a a las 16:00 ya es casi noche cerrada, decidimos ir a comer algo y empezar realmente lo que iba a ser la ruta turística. Dicho esto, nuestra única oportunidad de ver Praga de día era pegarnos el madrugón al día siguiente, ya que nuestro tren salía a las 15:30, pero de esto ya hablaremos que también tiene su miga.

Con mapa en mano como perfectos catetos, nada más salir del piso empezamos a ver por qué le dicen a esta ciudad la "ciudad de las cien torres".





Ésta en concreto es la Torre de Pólvora, de construcción gótica como todo o casi todo aquí. De 65 metros de altura, durante la Edad fue una de las puertas de la ciudad. También llegó a ser el punto de inicio del Camino Real, el trayecto que seguían los reyes bohemios en la ceremonia de coronación, atravesando distintos puntos de la ciudad de los que hablaremos a continuación, como el Puente Carlos, y que terminaba en el Castillo.

Justo al lado de la Torre de Pólvora encontramos la Casa Municipal, en la Plaza de la República, edificio secesionista de principios del S.XX. En una de sus monumentales salas tiene lugar el festival internacional de música, La Primavera de Praga, además de organizarse allí muchos otros conciertos y destacadas actividades culturales.
De este edificio solo tengo fotos de día, así que, aun a riesgo de romper el hilo temporal de la narración, no me queda otra.



Continuamos hacia uno de los enclaves turísticos más concurridos de la ciudad, la Plaza de la Ciudad Vieja, donde nos encontramos con una panorámica espectacular, teniendo como elementos más destacados el Templo de la Madre de Dios de Tyn y el Ayuntamiento, con su famoso reloj astronómico.



Fundado a mediados del S.XIV, en la torre encontramos un reloj astronómico de principios del S.XV, en cuya parte superior, al dar las horas, aparecen entre las 9 y las 21 los doce apóstoles. En la parte inferior encontramos doce medallones con signos del zodiaco.





El Templo de la Madre de Dios de Tyn es una de las construcciones más destacadass de la capital checa, también gótica. El nombre Tyn viene de la antigua palabra checa "Otýnný", que significa acorralado, y se refiere al patio en que fue construida la iglesia, patio éste que servía como posada a los mercaderes que pasaban por la ciudad y que también funcionó como aduana y mercado.




Sin más, el camino continuaba hacia el Puente de Carlos, uno de los símbolos de Praga. La verdad es que entre la niebla que empezaba a hacer aparición por el río y la noche cerrada, además de la escasa iluminación del puente, no permitieron tomar buenas fotos ese día.

Entrada al puente desde la Torre de la Ciudad Vieja:


Torre de la Ciudad Pequeña, al otro extremo:


Puente de Carlos.


Ambos lados del puente estaban poblados de diversas estatuas, un total de treinta.


Al día siguiente sucedió todo lo contrario, el paisaje en este mismo lugar era espectacular. Me ahorraré la historia de cómo pudimos empezar la ruta a las 9 de la mañana, resumiré diciendo que directamente no dormimos, y nos ahorramos el descanso para el trayecto en el tren.

Esta foto está tomada después de la niebla con la que amanecimos, es mi preferida, me recuerda mucho a la vista de La Mezquita de Córdoba desde el Puente Romano:


Curiosa foto de otra de las estatuas. Decir que la paloma no forma parte del monumento.


Con la niebla el paisaje era algo diferente como se puede apreciar:



Ribera del río, a lo Amsterdam:


Fundado por Carlos IV en 1357, el Puente de Carlos tiene más de 500 metros de largo y 10 de ancho. Antiguamente sirvó para el paso de carruajes y tenía cuatro carriles, pero actualmente el puente es peatonal. Como ya hemos dicho, el Puente es uno de los símbolos de la ciudad, podría decirse que el monumento más famoso.

Ahora viene la foto curiosa de la jornada:


Os preguntaréis qué tiene de curioso la foto aparte de la cara de empanao que tengo. Pues bien, resulta que en el lugar desde donde fue arrojado al agua San Juan Nepomuceno se encuentra su estatua, que es la que yo estoy tocando, y también se dice que quien pide un deseo poniendo la mano izquierda en la representación de su martirio (lo que yo estoy tocando), éste le será concedido. Ahora bien, yo no me acordaba de este dato y la estoy tocando con la mano derecha, así que la paz en el mundo tendrá que esperar.

Antes de continuar con la historia, se hace obligada una mención al frío que padecimos aquella mañana. Para muestra un botón, por si no se había reflejado lo suficiente en las fotos anteriores:




Decir que no me había puesto gorro en mi vida, y aquel día no me lo quité hasta que llegué al tren.

Superado este lance, seguimos el camino hacia Malá Strana, lo que se conoce como "Ciudad Pequeña", abandonando así la parte de la ciudad que hemos recorrido, correspondiente a la "Ciudad Vieja", excursión ésta que contaré en la 2º parte, ya que, aparte de que este finde estoy cargadito de trabajos para la facultad, no me gustan las entradas demasiado largas.

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